El PP hace una reforma laboral que aumenta el paro, rescata a los bancos que echan a las familias de sus viviendas, propone una reforma educativa para beneficiar a los ricos, privatiza la sanidad y aplica el repago de medicinas y de asistencia médica, recorta las pensiones, etc.
A todas las reformas y a todos los recortes a los que nos está sometiendo la derecha, ahora, el Gobierno del PP quiere imponer, con toda la sociedad en contra, una contrarreforma de la Administración Local que va contra los intereses de la gente. Quita competencias y financiación a los ayuntamientos provocando eliminación, recortes y privatizaciones en los servicios municipales que perjudicarán a los y las que más los necesitan.
¡Quieren acabar con todo lo público! ¡Qué no nos roben nuestros derechos!
Con la Reforma Local las comunidades autónomas y las diputaciones provinciales asumirán la prestación de servicios de los ayuntamientos.
Esto conllevará el alejamiento de los órganos de gestión, cuando son los alcaldes, alcaldesas,
concejales y concejalas quienes mejor conocen las necesidades de la ciudadanía y de sus pueblos. Se privatizarán servicios y se eliminarán los que no sean rentables económicamente; como siempre, a costa de los trabajadores/as -con despidos- y de los usuarios/as -con peores servicios-.
Si el ayuntamiento se ve obligado a formular un plan económico-financiero, éste tiene que contemplar suprimir competencias y servicios. Incrementar los ingresos subiendo impuestos y tasas. Despedir a trabajadores/as. Suprimir entidades menores. Incluso fusionarse con un
municipio colindante, perdiendo hasta su identidad.
¿Qué pasará si se aprueba esta Ley Anti-Ayuntamientos?
Todos/as saldremos perdiendo: servicios privatizados, más caros y de peor calidad. Servicios suprimidos.
Habrá aumento del paro en los pueblos y ciudades por los despidos y porque los ayuntamientos perderán capacidad para dinamizar la economía local.
Corren peligro los servicios públicos municipales que más están demandando las familias más necesitadas y la ciudadanía en general, precisamente, en momentos de emergencia social debido a la crisis.
